lunes, 21 de abril de 2008

Menos marca que ropa de Once

La actuación de Pancuca en el último partido, donde enfrentó a su clásico rival, se puede resumir en una sola palabra: Triste.

Es que luego de la destacada actuación en el partido pasado, aguantando hasta el último minuto cada pelota que caía en el área defendida por el Tero, y con una gran contundencia en el área rival, este último sábado pareció haber visto a un equipo parodia de la versión anterior.

Vale la pena destacar la defensa del primer tiempo. Si bien Pancuca no tuvo contundencia ni tampoco pudo generar peligro en el área contraria, el equipo rival tampoco lo logró en la defendida por Koko, Pato, José y Seba. Cada pelota aérea que buscaba como destino una cabeza que la empujara hacia el arco del Tero se topó con la férrea defensa pancuquera.

Pero lamentablemente el árbitro, de pésimo arbitraje, embarró la cancha con amarillas preventivas, fallos catastróficos y una absoluta falta de autoridad adentro y fuera de la cancha. Esto provocó la reacción temprana de Pato y Koko. Ambos perdieron rápidamente la cordura, se desconcentraron y desconcentraron el resto de sus compañeros que ocupados de calmarlos perdieron el foco de atención en la pelota y los jugadores rivales.

El equipo trató de generar fútbol intentando excesivamente por la derecha. Parecía un partido de potrero con varios jugadores de ambos equipos corriendo detrás de la pelota. Matando el concepto de "jogo bonito", los hombres corrieron más que la pelota. El partido fue muy hablado, demasiado, y obligó a los entrenadores a replantear el partido en el descanso.

Nada más para comentar del primer tiempo. Muchos rechazos en defensa y una sola situación de gol en los pies de Pío que se fue por encima del travesaño.

En el segundo tiempo, Nico reemplazó a Seba, quien se mostró superado en reiteradas ocasiones por su banda izquierda. El relevo aportó un poco más de marca, pero se mostró muy desincronizado con los movimientos de los centrales y habilitó varias veces a los contrarios cuando el resto de los defensores intentaba tirar el achique.

Santi, al mejor estilo "López" fue un portal de bienvenida por su carril. La confianza que ganaron los rivales por el carril izquierdo hizo que en una misma jugada se vieran pasar al ataque, además de los delanteros, al 8 y al 4 de camiseta azul. El marcador derecho suplente de Pancuca de mostró inseguro en defensa, desacostumbrado a la marca hombre a hombre y sin entender bien la ley del offside. En ataque intentó con actitud pasar al ataque pero le faltó claridad a la hora de descargar con pases seguros. Es cuestión de tiempo y conocimiento, dos cosas que vendrán con el tiempo.

Los centrales se mostraron seguros, ganando casi todos los duelos ante los delanteros azules. La única pelota en la que no tomaron marca fue en un tiro libre en el que los dos delanteros, marcados por los hermanos López, se metieron con la pelota en el arco ante la atenta mirada de los demás. El Tero, fiel a su estilo, perdió una pelota aérea en el área chica y significó la apertura del marcador en contra. En el resto de las jugadas, los remates debieron provenir desde larga distancia porque la muralla se levantó en la línea del área grande. El factor negativo fue el abuso en el uso de la boca. Pato fue rápidamente amonestado por hablar y así desconcentró a los compañeros. Luego José también empezó a gritar a los demás defensas pidiendo más de lo que éstos podían dar.

Para armar el juego propio y desarmar el contrario se plantaron como doble cinco Peter y Pela. Lo que se vio en el primer tiempo brilló por su ausencia en el segundo. El desgaste generado durante la primera parte, con largas corridas por el flanco derecho, dejó sin piernas a los principales armadores del equipo para la etapa definitiva. Con poca contención en el medio campo, a falta de volantes defensivos, Pancuca necesitó ganar fiereza en ataque. Pero el fútbol apareció de a momentos y las situaciones no fueron aprovechadas por los delanteros. En este sector del campo se evidenció la polaridad del equipo en defensa y en ataque. Cuando el Pola no está con la número cinco a Pancuca le cuesta armarse abajo. El segundo gol, de hecho, llegó tras el pifie en un despeje luego de un rebote afuera del área. Fue un bombazo al palo derecho que el Tero sólo se tiró para la foto ya que lejos estuvo de alzanzar al balón. Sin embargo cuando la pelota está en tres cuartos de cancha, la explosividad de Peter y Pela pudo ser letal. Pero ambos jugadores fueron desaprovechados cuando el entrenador los paró detrás del círculo central y lejos de los defensores contrarios.

Por la banda derecha Gastón remplazó a Leo. El cambio era necesario para generar un poco de juego ya que el juvenil no descargó ninguna de las pelotas que recibió. Quizá le faltó el acompañamiento de los demás jugadores, pero la realidad es que abusó de sus corridas y se apoyó muy poco en quienes se acercaron para descargar alguna pared. En su lugar, Gastón intentó armar un poco más de juego. Pero pareció que a López le afectaron los escándalos de la semana y no estuvo para nada concentrado. En ataque generó la contra de Kesello con reiterados pases mal entregados. En defensa perdió la marca varias veces, entre las cuales llegó el primer gol.

Por la banda izquierda, aportando fútbol estuvo el Pini. Quizá el rendimiento más parejo de Pancuca. Sólido en defensa y con llegada en ataque, una actuación discreta del once pancuquero. Nada que reprocharle, la pelota debería haber pasado más por sus pies ya que cuando así fue Pancuca llegó hasta el fondo azul.

Arriba estuvieron Niko y Pío. Confiados en que jugarían con el humo como ventaja, lejos estuvieron de alcanzar un buen rendimiento. Sin piernas, sin pulmones, no ganaron en ataque y no corrieron en defensa. Pío generó una excelente situación al comienzo del primer tiempo, pero lamentablemente la pelota se fue por encima del travesaño. En el segundo tiempo fue una sombra del explosivo goleador que supo ser. No obstante cabe aclarar que tampoco la pelota le llegó con la claridad que la recibía en aquellos momentos felices en los que podía llegar a embocar tres pelotas en un mismo partido. Por el lado de la chancha, ninguna pelota aérea batallada hizo que los defensores saltaran con comodidad para bajar los saques de meta de Pato y rápidamente se armaran para la contra. En el segundo tiempo Noma tampoco supo cubrir las falencias y desaprovechó dos jugadas claras que tuvo. Los remates muy lejos del arco no generaron peligro en dos situaciones que bien podrían haber cambiado el curso del partido. Poca descarga en los compañeros y faltó precisión en el ataque. Quizá falte conocimiento y la efectividad llegue con el curso de los partidos.

En resumen, el partido de Pancuca fue un bodrio. Muchas ausencias, típicas cuando Pancuca juega temprano y no hay asado después; falta de compromiso de quienes confirmaron y no fueron; falta de entendimiento entre quienes estuvieron dentro del campo de juego; mucha falta de solidaridad por parte de quienes caminaron la cancha mientras que otros la corrieron; falta de conceptos en determinadas jugadas desaprovechadas en ataque y mal aplicadas en defensa...
en definitiva se trató de un partido cuya filmación puede ser letal en manos de los entrenadores rivales. Si Pancuca va a ser lo que fue este último fin de semana, firmar la permanencia sería el mejor negocio. Si Pancuca retrabaja los errores y sus jugadores se comprometen mucho más de lo que se vio el sábado, los entrevistados no habrán mentido cuando afirmaron que Pancuca está para grandes cosas. Por ahora, Pancuca es un equipo sin marca. No marca en defensa y no puede marcar en el arco rival.

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