Iuna volvió a ser el verdugo de Pancuca. Esta vez con una gran ayuda del línea que omitió patadas y escupitajos de los de rojo a los de blanco como si se tratara de una cuestión personal contra Pancuca.
El albiverde no jugó bien, a excepción de Pío que anotó los dos tantos pancuqueros y se situó en la cima de la tabla de goleadores. Además su cuenta se podría haber agrandado en otras dos unidades, pero los palos dijeron que no.
Buscado
El delincuente del juez de línea se hizo el estúpido y le salió a la perfección.
Primero se durmió en el primer gol de Iuna, quedándose parado mientras los delanteros del rojo corrían a la espalda de la defensa pancuquera.
Luego miró al banco albiverde riéndose como sobrando la situación cuando el polaco recibió un garso como agresión de un defensor de Iuna.
Después señalaba su libreta como amenazando con informar ante cada reclamo del banco de Pancuca. Un asqueroso abuso de poder y una conflictiva actitud que, si la naturaleza hubiera seguido su curso normal, el hombre se habría retirado con unas cuantas gasas adheridas en su rostro. Afortunadamente para él, la gente se comportó civilizadamente. Esperemos que después de tanta pedantería, el poco profesional hombre haya recapacitado y deje de lado esas conductas en el caso de que la organización de la UTN le siga dando trabajo.
Ni las migas quedaron

Luego fue el turno del brindis. Incontables envases vacíos, de cerveza y de vino, alguna que otra Coca Cola, y muchos huesos fue el saldo de la sobre mesa.
Anécdotas imperdibles del Polaco, un Alvarito que rápidamente entró en modo "ahorro de energía" en la butaca delantera de la Flecha Roja, un viagra camuflado como analgésico, y un espectacular tercer tiempo fue lo que dejó el pasado 30 de agosto. La promesa: Tomba invita el próximo asado cuando cobre el aguinaldo.
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