La mascota del equipo vivió intensamente cada pelota. Y por momentos no se pudo resistirse y quiso formar parte activa del partido. La hinchada tuvo que contener la pasión, que de a ratos se tornó desbordante.
lunes, 17 de marzo de 2008
Desde afuera
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario