jueves, 3 de julio de 2008

"De la parte del condimento se encargó Pio… un sabor a “snack” diluido por la adrenalina del momento"


El Cabe es uno de esos tipos a los que uno jamás se lo imaginaría pasando un semáforo en rojo, quedándose sentado en el primer asiento de un colectivo cuando sube una embarazada, ni mucho menos aceptando un soborno a cambio de dejar pasar ciertas cosas en su ámbito de trabajo. El Cabe es uno de esos tipos a los que se los puede describir a la perfección simplemente viéndolo moverse en la cancha. Un tipo simple, transparente y leal.



El Cabe podría decirse que es uno de los principales referentes de la segunda generación de pancuqueros. De la primera hora en que Pancuca llegó a Buenos Aires, con algunas idas y venidas motivadas por su dedicación a la familia y al trabajo, pero siempre incondicional al llamado de los amigos, Martín supo cosechar un sinfin de amistades adentro y afuera de la cancha con sus permanentes gestos de afecto a los demás. Una muestra clara de ello es la manera en que empezó la entrevista: "Ante todo quiero saludar a todos los lectores en gral, en especial a los hinchas y mandarle un beso grande a toda mi familia que me bancan en mi carrera". Creo que no hacen faltas más palabras para describir a nuestro entrevistado de la semana.



¿Qué se sintió al estar tanto tiempo alejado de las canchas?

"Creo que sentí lo mismo que Krupoviesa, el mártir  boquense de aquel memorable BOCA-RIVER, en el momento mismo en que Montenegro se rendía a sus pies, luego de ese cruce magnífico que impidió la victoria riverplatense. Una satisfacción hermosa de cumplir con mis deberes de padre con una pizca de amargura por no poder defender los colores de mi corazón en una cancha de futbol".



¿Cómo es volver después de tanto tiempo?

"Es hermoso. Es hermoso volver y reencontrarse con los terceros tiempos, las “mondiolas” y el fútbol…en ese orden".



¿Este gol tuvo un sabor especial?

"De la parte del condimento se encargó Pio, …en mi opinión, un sabor a “snack” diluido por la adrenalina del momento".



¿Se lo dedicaste a alguien en especial?

"Sí, por supuesto. En lo primero que pensé fue en mi hijo Santiago, y te juro que por un momento, lo busqué en “la popu” para abrazarlo junto a mi familia. Él siempre espera que convierta, pero como ya sabés, no soy goleador.Se lo dediqué a mi familia".



¿Cómo te recibió la gente?

"Qué bueno que lo preguntaste. La hinchada Pancuquera se merece un reconocimiento de carácter mundial. Es una hinchada que no para de alentar en los 80 min, que disfruta de la fricción y la provoca, participa activamente de la vida institucional de este club y, en la parte política, basta con revisar el video del sábado pasado, para ver la cantidad de banderas de apoyo para que se destrabe la interna y volvamos a tener la actualización diaria de la web".



¿Cómo ves a Pancuca para el ascenso?

"Lo veo muy motivado. Durante el encuentro pasado no faltó la “puteada innecesaria” contra el rival cuando te quita la pelota de manera perfectamente legal, ni tampoco la carga con el codo en los saques aéreos sobre la media cancha y tampoco hizo falta la arenga del DT para que, elegantemente, le pegáramos flor de pelotazo al obrero que estaba en el 4º piso de la obra en construcción vecina al estadio".



¿Tiene que ascender Pancuca?

"Sí, Pancuca tiene que ascender. A Pancuca lo sigue gente cuyo paladar finamente anestesiado, denota en qué lugar de la tabla le gusta ver a su equipo; y nosotros confirmamos semanalmente porqué estamos donde estamos. Por eso tiene que ascender,… para poder volver, una vez más, al lugar a donde pertenecemos".



¿Cómo ves a tus compañeros de equipo?

"Muy solidarios a la hora de ofrecerse para ir a canjear envases vacíos por sus similares con 970 cm3 de contenido".



¿Que ajustarías en el equipo para obtener un mejor rendimiento?

"Esa parte no me corresponde a mí, sino al DT. Aunque, modestamente, al equipo le está haciendo falta un poco de esparcimiento. Las largas concentraciones y los entrenamientos agotadores podrían llegar a generarle más de un dolor de cabeza".



¿A qué viejo jugador te gustaría volver a ver en las canchas?

"Si pudiera elegiría a dos. No creo que haya habido un jugador más completo que el Dr. Alvaro Otero, “Alvarito” para nosotros, Capaz de contracturarte de una patada, como de convertir un gol en jugada Maradoniana. Y el otro jugador, sin lugar a dudas, sería mi amigo el Dr. Marcelo “Eber” Mazzola".



¿Cómo vivís los terceros tiempos de Pancuca?

"Los disfruto muchísimo. El tercer tiempo es el momento del partido donde Pancuca se juega la vida. El Despliegue y la Táctica son fabulosos, y los cruces perfectos. Aprendo mucho en los terceros tiempos".



¿Qué opinás de las "escapadas" que hacen algunos jugadores durante las concentraciones?

"No es mi caso, pero he observado rendimientos envidiables aún después de estas…”escapadas”. Una mente distendida es la clave de un rendimiento óptimo".



Este fue el Cabe, que además de ser un excelente amigo, es un padre ejemplar, tanto para con los hijos como para con su esposa. No en vano se ganó el eterno reconocimiento de la hinchada.

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