Pancuca despidió el año y a Pico con su mejor estilo: un amargo 1-6 contra nuestros padres Gandulfa.
El primer tiempo mostró a Pancuca mucho más seguro y ofensivo que Gandulfa. El equipo azul atacó tímidamente y casi sin riesgo mientras que Pancuca conoció los palos del arco rival y en reiteradas oportunidades demostró una clara sequía goleadora que el arquero contrario agradeció. Dos jugadas que ya conocemos le dieron la ventaja parcial a Gandulfa: un córner en el que todos los pancuqueros solo hicieron vista mientras la delantera rival saboreaba el testazo que se abrazaba a la red, y una salida incierta que terminó en regalo al delantero contrario en el área para que defina tranquilo y sentencie la suerte Pancuquera.
En el segundo tiempo Pancuca debía salir a matar o morir porque necesitaba hacer tres goles. Una cifra abultada si entendíamos que en la mitad del partido no habíamos podido meter ni uno. Sin embargo, en el primer ataque de Gandulfa el partido se puso 0-3. Rápidamente Pancuca intentó ir más al ataque todavía, lo que dejó espacio suficiente para que en el segundo ataque de Gandulfa el marcador se pusiera 0-4. Pancuca debía ahora hacer 5 goles. Y los buscó. Y en una jugada rara encontró el descuento... o simplemente el del honor. Pero después, con los albiverdes sin ganas de nada, cayeron dos goles más de Gandulfa, que encima le pisaron la pelota en la cara a Pato (3 veces). Además, Pini, Pela, Pico, Pío y Pato demostraron las mejores formas de devorar goles en el arco de enfrente.
Conclusión, antes de empezar el partido Pancuca tenía muy pocas chances de ganar según los antecedentes. Pero había que jugar el partido para demostrarlo. Así que nos pusimos las pilas, jugamos 80 minutos, y dejamos en claro por qué no le podemos ganar nunca a Gandulfa.
Pico se retiró dignamente, sin pegar patadas, habiendo hecho asistencias (una muy buena que salió de un intento de remate al arco donde pateó primero con la canilla y luego con el pie, todo en un mismo movimiento... lástima que Pío le erró al arco teniéndolo a menos de 40 centímetros de distancia).
Por su parte, el Tomba anunció su regreso para el año próximo. Habrá que ver cómo se pone a punto en la pretemporada en Rosario.
Otro que anunció su regreso es Leo. Ya demostró que la magia está intacta, y de un pelotazo a José metió una paralítica. Y con su esencia nos recordó a la goleada que nos comimos con los Primos. Aunque esta vez fue uno menos.
Lo bueno es que, navegando por la web, nos encontramos con la nueva posición de Pato: ver nota
El primer tiempo mostró a Pancuca mucho más seguro y ofensivo que Gandulfa. El equipo azul atacó tímidamente y casi sin riesgo mientras que Pancuca conoció los palos del arco rival y en reiteradas oportunidades demostró una clara sequía goleadora que el arquero contrario agradeció. Dos jugadas que ya conocemos le dieron la ventaja parcial a Gandulfa: un córner en el que todos los pancuqueros solo hicieron vista mientras la delantera rival saboreaba el testazo que se abrazaba a la red, y una salida incierta que terminó en regalo al delantero contrario en el área para que defina tranquilo y sentencie la suerte Pancuquera.
En el segundo tiempo Pancuca debía salir a matar o morir porque necesitaba hacer tres goles. Una cifra abultada si entendíamos que en la mitad del partido no habíamos podido meter ni uno. Sin embargo, en el primer ataque de Gandulfa el partido se puso 0-3. Rápidamente Pancuca intentó ir más al ataque todavía, lo que dejó espacio suficiente para que en el segundo ataque de Gandulfa el marcador se pusiera 0-4. Pancuca debía ahora hacer 5 goles. Y los buscó. Y en una jugada rara encontró el descuento... o simplemente el del honor. Pero después, con los albiverdes sin ganas de nada, cayeron dos goles más de Gandulfa, que encima le pisaron la pelota en la cara a Pato (3 veces). Además, Pini, Pela, Pico, Pío y Pato demostraron las mejores formas de devorar goles en el arco de enfrente.
Conclusión, antes de empezar el partido Pancuca tenía muy pocas chances de ganar según los antecedentes. Pero había que jugar el partido para demostrarlo. Así que nos pusimos las pilas, jugamos 80 minutos, y dejamos en claro por qué no le podemos ganar nunca a Gandulfa.
Pico se retiró dignamente, sin pegar patadas, habiendo hecho asistencias (una muy buena que salió de un intento de remate al arco donde pateó primero con la canilla y luego con el pie, todo en un mismo movimiento... lástima que Pío le erró al arco teniéndolo a menos de 40 centímetros de distancia).
Por su parte, el Tomba anunció su regreso para el año próximo. Habrá que ver cómo se pone a punto en la pretemporada en Rosario.
Otro que anunció su regreso es Leo. Ya demostró que la magia está intacta, y de un pelotazo a José metió una paralítica. Y con su esencia nos recordó a la goleada que nos comimos con los Primos. Aunque esta vez fue uno menos.
Lo bueno es que, navegando por la web, nos encontramos con la nueva posición de Pato: ver nota
